Una nueva narrativa esta siento impuesta en el mundo, se ataca la historia , la realidad , se fomenta el aborto y se impone la diversidad de género.
Una sociedad se debilita demonizando la institución familiar, atacando la maternidad endureciendo las condiciones económicas para imposibilitar el matrimonio , promoviendo el aborto, el matrimonio Gay, abriendo las fronteras para generar transculturización. La promoción de las mascotas, consideradas “soporte emocional” en una población cada vez más trastornada forman parte del plan.
Esta manipulación se encuentra en manos de bandas organizadas de políticos, que crea el caos, sacando las banderas de la discriminación y la retórica de la supuesta protección a los grupos LGBT, etc.
La discriminación no se le puede achacar a los grupos serios LGBT que solo buscan reivindicaciones y no privilegios, ellos son utilizados por quienes en su nombre actúan como en la inquisición.
El paso de la hetero-normalidad al desarrollo incluyente, ha generado un trauma en contra de una mayoría: los heterosexuales. Los grupos LGBT, era una realidad, contaban con el respeto del colectivo, y su espacio en la sociedad, lo que hacía falta en un momento determinado era promover leyes para evitar el maltrato, pero las imposiciones generan rechazo.
Casualmente no vemos a ministros o ministras de la igualdad que pertenezcan al colectivo LGBT , es algo así como que un ateo sea representante del Vaticano.
Recientemente el ayuntamiento de Tarrassa en España ( al igual que en otras partes del mundo) organizó talleres de travestismo para niños entre 6 y 12 años con ello hacen entender que lo heterosexual es algo así como una enfermedad.
El liberalismo salvaje se ha ocupado de arrinconar a los heterosexuales una mayoría que no se manifiesta no rompen vitrinas ni queman banderas, que no se unen a causas injustas y que su único pecado es el de proteger a la familia, los valores tradicionales y promover la maternidad.
Nos están obligando a distinguirnos constantemente entre unos y otros, con distinciones no puede haber normalización. Diego de Los Santos, señala que los varones son ciudadanos de segunda en España, afirma “que el feminismo ha conseguido la segregación salvaje de los hombres, se les niega derechos fundamentales como la presunción de inocencia simplemente por una cuestión anatómica”.
Las leyes de protección a las mujeres se suman a la causa y se han utilizado en como una herramienta política, según las estadísticas en la mayoría de los países no han resuelto, pues no atacan el problema de fondo que es meramente cultural.
Gracias a esa normativa en algunos países una infidelidad se convierte en un acto de violencia psicológica. En nuestra práctica como abogados nunca aceptamos casos de violencia de género en los que el fundamento eran las faldas y las amantes, esos son causales quizás para un divorcio y no para extorsionar.
Sin heterosexuales el mundo tiene sus días contados, tenemos que espabilarnos y no seguir haciendo el papel de idiotas.
David Bittan Obadia
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