Aunque el Ejecutivo comunitario logró el apoyo necesario para incrementar drásticamente los aranceles a los coches eléctricos chinos, dice que continuará las conversaciones con Beijing, que ya ha amenazado con represalias. Alemania y otros cuatro países votaron en contra de la iniciativa.
Los aranceles propuestos, de hasta el 45%, costarían a los fabricantes de automóviles miles de millones de dólares adicionales para llevar automóviles al bloque y se impondrían a partir del próximo mes durante cinco años. Hoy ya existe un gravamen del 10% para todos los vehículos.
Otras naciones quieren alentar la inversión china o temen una guerra comercial más amplia. Alemania, la primera economía del bloque y principal fabricante de automóviles, considera que la Comisión Europea “no debería desencadenar una guerra comercial (…) Necesitamos una solución negociada».
A su turno, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, dijo que el bloque comunitario se encaminaba hacia una «guerra fría económica» con China.
Fuente: France24