Opinión

Qué es la mentira

Es una era de sobrecarga de información y fake news

La mentira es un fenómeno omnipresente en la experiencia humana. Aunque se trata de una práctica universalmente condenada, mentir es algo que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos hecho. Desde pequeñas falsedades que parecen inofensivas hasta grandes engaños que pueden alterar el curso de la historia, la mentira se manifiesta en diversas formas y con diferentes grados de impacto. Pero, ¿qué es realmente la mentira? ¿Cómo se desarrolla y por qué llegamos a justificarla?

La mentira es una distorsión intencional de la verdad con el propósito de engañar a otros. Se trata de una acción deliberada que, a diferencia de un error o malentendido, busca crear una falsa percepción de la realidad en quienes la reciben. Las mentiras pueden adoptar múltiples formas, desde omisiones y exageraciones hasta fabricaciones completas de hechos que nunca ocurrieron.

Tipos de mentira

Mentiras piadosas: Son aquellas que se dicen con la intención de evitar causar daño o dolor a alguien. Por ejemplo, cuando se dice que una comida preparada por un amigo estuvo deliciosa, aunque en realidad no fue del agrado de quien la probó. Estas mentiras se consideran socialmente aceptables en muchos casos porque buscan proteger los sentimientos de los demás.

Mentiras maliciosas: Estas mentiras tienen como objetivo causar daño o beneficiar a quien las cuenta a expensas de otros. Un ejemplo clásico sería difundir un rumor falso sobre un compañero de trabajo para desacreditarlo y obtener una ventaja competitiva.

Mentiras por omisión: Se producen cuando alguien decide no revelar una parte crucial de la verdad, dejando que la otra persona saque conclusiones erróneas. Por ejemplo, un vendedor que omite mencionar un defecto en un producto que está vendiendo.

Mentiras de exageración: En este caso, se distorsionan hechos reales, haciéndolos parecer más grandiosos o terribles de lo que realmente son. Esto es común en la publicidad y en algunas narrativas políticas.

La mentira no es simplemente un acto aislado; es un proceso que involucra tanto la justificación interna como la aceptación externa. A nivel individual, las personas tienden a racionalizar sus mentiras para aliviar la disonancia cognitiva que surge cuando se actúa en contradicción con los propios valores. La disonancia cognitiva es una sensación de incomodidad que se experimenta cuando hay una discrepancia entre lo que creemos y lo que hacemos. Para resolver este conflicto interno, los mentirosos pueden convencerse a sí mismos de que sus mentiras son justificables o incluso necesarias.

Fuente: Noel Álvarez

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